viernes, 28 de octubre de 2011

La sinrazón de la vida




Hay personas que nacen con buena estrella. Otras, nacen estrelladas.

Nunca creí en el destino, pensaba que cada cual se lo forjaba, que cada uno tenía lo que se buscaba o merecía. Sin embargo, ahora que supero los cincuenta miro con cierta perspectiva cómo me ha tratado la vida y cómo lo ha hecho con mi hermano, y no se ya ni en lo que creo, viendo lo injusta que esta puede llegar a ser. 
Parece que todas las desgracias desde bien pequeñito han sido para él, como si le hubieran tocado las suyas y las mías. Y yo que he podido tener múltiples accidentes y desdichas,  he salido indemne de todos, pasando por la vida de puntillas, casi yéndome de rositas.

Hasta hoy era dado a no creer en nada. Tampoco en el mal fario o  “destino”. Más bien consideraba  que son hipótesis teóricas que cada religión,  ideología o corriente de pensamiento proponen para encontrar una explicación más o menos coherente de la realidad que nos ha tocado vivir. En cierta manera es un bálsamo ante las penas que conlleva la vida, un intento de explicar lo inexplicable, de dar sentido a las sinrazones de la vida.

Conozco bastante gente con una querencia especial a buscarse problemas. Se los buscan a pulso y hacen casi  nada por evitarlos. Hasta hoy pensaba que si no se esmeran en los estudios, es normal que obtengan malas calificaciones. Si no desarrollan correctamente su trabajo, es normal que no promocionen. Si conducen a alta velocidad, es muy probable que tengan accidentes. 

Pero lo que me cuestiono es lo que hay antes de eso. ¿Por qué unas personas son conscientes del peligro de conducir rápido y lo prevén, mientras otras no? ¿Por qué unos niños toman conciencia enseguida de la importancia de su formación académica, mientras que otros empiezan a saberlo pasados los veintimuchos años, cuando ya apenas tienen margen de maniobra? ¿Por qué algunos crecen suscritos a todo tipo de enfermedades o accidentes, mientras otros ni se enteran de su existencia?

¿Son los genes? ¿Es la necesidad? ¿Es el ambiente, lo que prima para que una persona triunfe en la vida? Y no me refiero a tener el mejor puesto de trabajo del mundo, ni la casa más grande, ni el coche, ni si quiera la familia. Por triunfar en la vida me refiero a pasar por ella siendo feliz. No como Alicia en el país de la maravillas, sino siendo feliz con todos los sinsabores dulces, agridulces y amargos que ella implica. Me refiero a no ser un desgraciado. A no ser el pupas con el que la vida se desquita.

El fondo de la cuestión es, por qué unos nacen con estrella y otros estrellados.

No tengo ninguna explicación.  Quizás la vida no tiene por qué dármela.

Mi razón no llega a entender la sinrazón de la vida.
Ante ello, lo único que me queda es  “usar protector solar”.

3 comentarios:

  1. Me gusta "tu protector solar" ante la lectura de los renglones torcidos del destino.
    Pero!! ¿habrá "Algo" detrás de todo esto que escriba derecho en toda esta sinrazón que comentas ,como en tantas otras?
    Un abrazo amigo

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  2. ¿Conoces el power point que explica la teoría del 90-10?

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  3. No, no lo conozco Emilio. Pero deduzco que dará una explicación más o menos original o acertada del tema.

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