Ayer realizamos una preciosa excursión por un cañón del río Mundo, entre Los Cárcavos y
el Cortijo de Los Luisos. Cortijo en ruinas, donde esta señora vivió su
juventud y dio a luz a tres de sus cuatro hijos.
Comentaba que de joven, los domingos iba a
galantear a uno de los cuatro cortijos que había en la zona, San Martín, El
Avellano, Los Luisos o Los Cárcavos. Allí se reunían todos los jóvenes y lógicamente,
lo hacía caminando sus diez o doce kilómetros entre la ida y la vuelta, con sus
400 metros de desnivel acumulado, por unas sendas increíbles, con un trazado zigzagueante
que asciende las paredes verticales del Cañón del Mundo, como si de una
escalera de caracol se tratase.
Cuenta la señora que de mayor, en cuanto oía tronar, rápidamente salía de casa
con sus hijos, y con lo puesto subían a una cueva en lo alto de
las paredes del cañón.
Uno de sus hijos nos contó que con ocho años, cuando se hallaba
guardando el rebaño de ovejas, oyó un estruendo enorme, salió monte arriba
corriendo con el rebaño, salvándose de la tromba de agua que venía con mas de siete metros de altura río abajo, que suele producirse por la gota fría al
final del verano.
Desgraciadamente los cortijos del Avedaño y Los Luisos, hoy
son ruinas. Una riada en el año 1945 los arrasó. Sus habitantes emigraron y
este maravilloso lugar afortunadamente lo ha colonizado la vegetación salvaje y
no el hombre.
Al fondo del valle, se aprecian las ruinas del cortijo
Este otoño, cuando los chopos reflejen el
amarillo fuego de sus hojas, lo
visitaremos.
Deseando estoy, que llegue el día.
Deseando estoy, que llegue el día.
Si el paisaje y entorno de estos caseríos es extraordinario. formidables son las vivencias de las personas que lo habitaban toda una lección de vida, iremos.......
ResponderEliminar¡Iremos!
ResponderEliminar¡Con este prólogo cualquiera se resiste!
Juani